Gran Muralla China

¿Qué es?

La Gran Muralla China es una de las nuevas siete maravillas del mundo, localizada en China, entre la frontera con Corea del Norte y el desierto de Gobi (China-Mongolia).  

Fue creada para proteger la frontera norte del Imperio chino durante las sucesivas dinastías imperiales de los ataques de los nómadas Xiongnu de Mongolia y Manchuria, pero esto no evitó que los conquistasen.

Actualmente es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (1987)  y uno de los mayores cementerios del mundo, pues en su construcción se calcula que fallecieron hasta más de un millón de trabajadores (que fueron enterrados en esta construcción).

La Gran Muralla se ha visto disminuida por las actividades humanas, como el desarrollo de la tierra, y por cuestiones ambientales, como la erosión. Las leyes aprobadas por el gobierno chino han dado más protección a la Gran Muralla y más fondos para su restauración.

Construcción

Este muro mide entre 5 y 7 metros de largo, con una altura que varía entre 5 y 17 metros, según cada porción de muralla. Recorre uno 6 700 kilómetros. Sin embargo, los estudios realizados por satélite han revelado que hay varios segmentos (como unos 1 000 km más) que, por desgracia, han quedado bajo tierra. Es decir, que la Gran Muralla China era todavía más grande.

Obviando estos 1 000 km, la Gran Muralla China mide más de 8850 km de largo, contando los kilómetros que recorre, 360 kilómetros de trincheras y 2250 kilómetros de barreras naturales para evitar la invasión extranjera.

Aunque hoy en día ciertas partes de la muralla han sido modificadas por el ser humana debido a su deterioro sabemos que fue construida durante la Dinastía Ming desde el S.XIV al XVII.

Para levantar el muro se usaban los materiales de la zona, por eso en los tramos de las montañas es de piedra, y en otras zonas es de tierra y arcilla. El método más común consistía en prensar tierra dentro de unos moldes de madera y colocarlos unos encima de otros. Después se quitaba la madera y quedaba el muro. Esta forma de construcción es muy resistente al paso del tiempo y a los proyectiles.

El origen del mito

Existe un mito sobre la Gran Muralla China que es muy conocido, y es que se puede ver desde la luna. Si de mitos se trata, este es uno de los más difundidos y aceptados del mundo. Sin embargo, seamos claros desde el inicio: es completamente falso.

La referencia más antigua de este mito se encuentra en una carta hecha por el anticuario inglés William Stukeley, quien en 1754 escribió que la Muralla de Adriano solo era superada por la Muralla China, que forma una gran figura en la Tierra y se podría ver desde la Luna.

También en los libros de texto de muchas escuelas alrededor del mundo era normal encontrar este tipo de afirmaciones. Sin embargo, ninguna de las referencias al mito están basadas en algún tipo de evidencia real, porque nunca nadie antes había sido capaz de elevarse tanto desde la superficie de la Tierra.

Pero vamos, en cualquier caso, en esa época, sin la tecnología que tenemos hoy en día, era válido imaginarse semejante cosa, dada la magnitud de la impresionante Gran Muralla China.

Desmontando el mito

Lamentablemente, aún iniciados los viajes al espacio, se tardó demasiado en derrumbar el mito. Incluso algunas personas hasta el día de hoy todavía creen que es cierto. 

Hizo falta que el hombre llegue a la Luna para que algunos se convenzan de que se trataba de un mito. Cuando Neil Armstrong regresó del primer viaje a la Luna, afirmó que aunque había sido capaz de ver continentes y lagos, no había sido capaz de distinguir ninguna estructura hecha por el hombre.

La Muralla, aunque es muy larga, solo tiene una anchura de 7 u 8 metros y una altura máxima de 14 metros. No es más ancha que una autopista. Y en muchos tramos su color terroso se mimetiza con el suelo.

Jeffrey Hoffman, otro astronauta de la NASA, también aseguró que nunca pudo distinguir la Muralla, ninguna otra estructura artificial. Según su testimonio, el problema es que el color de la muralla se confunde con el del suelo, por lo que distinguirla era algo muy complicado para el ojo humano.

Esto tiene sentido si tenemos en cuenta que la superficie lunar se encuentra aproximadamente a  370,000 kilómetros de la Tierra. Pero claro, algunos escépticos continuaron creyendo en el mito.

Una imagen vale más que mil palabras

Los testimonios de los astronautas no fueron suficientes, sin embargo, una imagen de la Estación Espacial Internacional debería eliminar todo tipo de duda al respecto. Con mucho esfuerzo y un poco de imaginación, podríamos llegar a ver un pequeñísimo rastro de la Muralla China en la siguiente foto señalado por las fechas rojas y amarilla.

El rastro es casi imperceptible, yo a penas lo puedo identificar. Además, la Estación Espacial Internacional está mucho más cerca de la Tierra que la Luna, así que imagínate que desde la Luna no se debe poder ver ni un ápice de lo que llegamos a ver en esta fotografía.

El emperador que construyó la muralla

Hace 2.300 años, en el contexto de una China dividida en estados feudales, el joven Zheng era el príncipe de la dinastía de los Qin, quien habría de convertirse en Qin Shi Huang. Fue el primer emperador chino que consiguió unificar aquellos territorios, su moneda, su escritura…

A pesar de su mandato basado en la tiranía, Qin Shi Huang, es todavía considerado hoy como una especie de colosal fundador en la historia China, como un superhombre, un conquistador y unificador de los estados chinos cuya gesta ha durado más de dos milenios.

Pero la figura del emperador sigue rodeada de una magnífica aura de leyendas basadas en su obsesión por la inmortalidad, que han convertido a Qin Shi Huang y  su mausoleo en una leyenda viva.

A pesar de que su historia sigue siendo una gran desconocida para el mundo occidental, su tumba fue reconocida como una de las ocho maravillas del mundo.  
El afán del primer emperador que tuvo China, por uniformar al pueblo le llevó a igualar las vestimentas, las opiniones, los modos de lucha y los idiomas, la escritura. Centralizó el ejército, controló personalmente numerosas actividades económicas y creó 36 distritos dentro de sus dominios que mantuvo bajo un control feroz. Aun así, tuvo tiempo de planificar la construcción de la Gran Muralla China y su gigantesco mausoleo. Qin Shi Huang debió tener un carácter enérgico y tenaz ya que son numerosas las obras de este singular emperador, pero también tuvo graves defectos como su carácter obsesivo y totalitario tratando

 Qin Shi se ganó el rechazo de muchos de ellos, por lo que, para evitar ser asesinado, siempre debía ignorarse en cuál de sus 260 palacios se encontraba. Entre las muestras de despotismo con su pueblo destaca la de quemar todos los libros que no trataran de agricultura, medicina o profecías y, sin embargo, vindicó los libros que apoyaban su régimen, para los que creó una biblioteca imperial.

En los últimos años de su vida, después que varios intentos de asesinato se volvió más paranoico  y contrató a varios “dobles” para despistar a sus posibles asesinos.

Bibliografía

https://www.vix.com/es/btg/curiosidades/3850/la-gran-muralla-china-es-visible-desde-el-espacio

https://www.superprof.es/blog/informacion-monumento-muralla-china/

https://www.saberespractico.com/curiosidades/que-es-la-gran-muralla-china-resumen-con-imagen/

https://clubdeturismodigital.com/historia-de-la-muralla-china/#Cual_fue_el_origen_de_la_Muralla_China

https://computerhoy.com/noticias/life/origen-curiosidades-gran-muralla-china-69141

Autoras: Ángela y Lidia.